La debida diligencia es un proceso fundamental en la prevención del lavado de activos y la financiación del terrorismo (LAFT), especialmente en sectores donde las transacciones financieras son frecuentes, como el fútbol profesional colombiano.
Un reciente caso del equipo América de Cali resalta la importancia de este proceso, cuando decidieron no vincular a un potencial inversionista que no cumplió con los lineamientos básicos de su Sistema Integral para la Prevención del Lavado de Activos y la Financiación del Terrorismo (SIPLAFT).
Históricamente, América de Cali se vio envuelto en riesgos legales y reputacionales cuando, en 1999, recibió recursos de los narcotraficantes Miguel y Gilberto Rodríguez. Esto resultó en su inclusión en la Lista Clinton, donde permaneció durante más de 13 años.
Durante este tiempo, el club tuvo que cumplir estrictos procesos de debida diligencia ante la OFAC para certificar la legitimidad de sus accionistas y finalmente ser removido de la lista.
Recientemente, el club emitió un comunicado: “De conformidad con los resultados encontrados en la debida diligencia y las incertidumbres que surgieron con el posible inversionista presentado por el máximo accionista Tulio Alberto Gómez Giraldo, nos permitimos informar que los protocolos del SIPLAFT arrojaron la imposibilidad de continuar con la negociación”. Este mensaje subraya el compromiso del América de Cali con la transparencia y la ética empresarial.
El concepto de debida diligencia implica una investigación exhaustiva para conocer a fondo a las contrapartes y sus fuentes de financiamiento. La decisión del América de Cali de no proceder con el inversionista propuesto demuestra su firme compromiso de salvaguardar su integridad y reputación, priorizando la legalidad sobre el beneficio económico.
Sistemas como SAGRILAFT, SARLAFT y SIPLAFT están diseñados para identificar y mitigar los riesgos relacionados con el lavado de activos y la financiación del terrorismo. La aplicación rigurosa de estos sistemas es crucial para garantizar que el origen de los recursos provenga de fuentes legítimas y no vinculadas a actividades ilícitas.
El trabajo diligente del Oficial de Cumplimiento del América de Cali, quien aplicó medidas preventivas y de detección de lavado de activos, fue clave en la decisión de no vincular al inversionista.
Este tipo de acciones no solo protegen al club de posibles implicaciones legales, sino que refuerzan su compromiso con la transparencia, la ética y el cumplimiento de normativas como SAGRILAFT y SARLAFT.