El GAFI ha actualizado su lista gris recientemente y ha añadido ocho países a la lista, incluyendo Botswana, Ghana, Mauritania, Myanmar, Nicaragua, Pakistán, Panamá y Zimbabwe. La lista gris del GAFI también incluye a otros países que han estado en la lista anteriormente, como Albania, Bahréin, Bosnia y Herzegovina, Jamaica, Maldivas y Uganda.
La inclusión de un país en la lista gris puede tener consecuencias significativas para la economía y la reputación del país. Los bancos y otras instituciones financieras pueden ser más reacias a hacer negocios con países que están en la lista gris, lo que puede afectar la inversión y el comercio internacional. Además, los países que están en la lista gris pueden enfrentar sanciones financieras, así como medidas coercitivas por parte de otros países y organizaciones internacionales.
De otra parte, llama la atención el caso de Panamá, debido a que en los últimos años ha estado trabajando en la mejora de su sistema financiero y ha tomado medidas para fortalecer su lucha contra el lavado de activos y la financiación del terrorismo. Por ejemplo, ha implementado nuevas regulaciones y leyes para prevenir estos delitos, ha aumentado la transparencia en el sector financiero y ha cooperado con otros países para investigar y procesar a personas involucradas en actividades ilícitas. No obstante, no ha sido suficiente para cumplir con el nivel de cooperación que se requiere y el nivel de transparencia en cuanto a sus reportes fiscales.
Ahora, es importante que tanto Panamá y los países que están en la lista gris tomen medidas para mejorar sus prácticas en la lucha contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo. Los países pueden hacer esto mediante la implementación de medidas para mejorar la supervisión y regulación de los diferentes sectores, fortalecer las leyes y regulaciones contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo y aumentar la cooperación internacional en la lucha contra estas amenazas.
Es una situación que, por supuesto afecta a los incluidos en la lista gris y también a los demás países que tienen la obligación de hacer la evaluación de riesgos en cuanto al lavado de activos, financiación del terrorismo y corrupción, debido a que constantemente deben adecuar los controles que se tienen y dar alcance suficiente a medida que este tipo de información se actualiza, un ejemplo puntual es el de las segmentaciones enfocadas en jurisdicciones de riesgo tendrán una variación importante y por ende el perfil de riesgo de las contrapartes y transacciones asociadas a estas ubicaciones, sobre las cuales se debe aumentar la vigilancia y monitoreo.