La Hostilidad de los ecosistemas laborales

Siempre hemos considerado la palabra ecosistema como un término biológico que se le otorga a un espacio o escenario en el que conviven varios seres vivos, también podemos definirla como un entorno normal en el que se lleve a cabo una actividad repetitiva, como lo son las organizaciones o empresas, no obstante, cuando se trata de medir la adaptabilidad en el entorno laboral, resulta poco factible hacerlo únicamente desde el punto de vista del trabajador, pues la organización tiene necesidades básicas y estructuradas que son de obligatorio cubrimiento para su supervivencia, ahora, es en este sentido en donde entran en conflicto los partícipes de dicho escenario, pues la organización requiere del colaborador para su supervivencia y así mismo el colaborador requiere de ella misma, en otras palabras esta relación empresa-empleado se convierte fácilmente en parasitismo, sin que lo primero deje de existir, pues permanentemente a medida que se cubren las necesidades de cada uno de los actores el mutualismo tiende a desaparecer hasta que una nueva necesidad sea descubierta.

Dejando claro lo anterior, entonces, es posible afirmar que la organización y el trabajador necesitan encontrar un escenario idóneo para coexistir y asegurar su permanencia, pero ¿cómo lograrlo sin generar un traumatismo que resulte mayor al beneficio?

Aquí te damos algunos tips

1.            Comunicación.

Tanto la organización como el colaborador necesitan comunicar sus necesidades, solo de esta manera podrán entender la importancia del papel desarrollado dentro de esta relación de mutualismo, esto también requiere de una escucha activa de ambas partes, lo que algunos estudiosos han decidido llamar “la escucha asertiva”, que no es más que la capacidad que se adquiere de lograr una conexión profunda con el otro y que permite no solo conocer la intención de la contraparte, sino también entender el fondo del mensaje que se quiere dar.

2.            La importancia.

Cada ser vivo, juega un rol importante en el ecosistema en que se desenvuelve, en la naturaleza cada uno de los individuos representa un papel fundamental desde los más pequeños animales encargados de transportar el polen, hasta los animales que se alimentan de carroña, si logramos entender esto de una forma parecida al ecosistema laboral, podremos establecer que cada persona es necesaria en la organización, por lo que no es necesario que aparezcan frases de cajón dichas por miles de directivos como “aquí nadie es indispensable” porque al final resulta que si, sin que esto signifique que por serlo entonces no pueda ser reemplazado, las empresas omiten normalmente los reprocesos, errores y sobre costos que conllevan reemplazar un colaborador.

3.            El objetivo y sus resultados.

¿Qué sería de los procesos y procedimientos sin que estos no tuvieran un resultado final?, las Águilas Reales pasan por un procedimiento largo y doloroso cuando alcanzan su mayoría de edad, ya que tienen que arrancar sus propias plumas, pico y garras con un único objetivo y es que nazcan de nuevo mucho más fuertes para afrontar la última etapa de su vida.

Sin embargo, no todas las personas tienen esa fantástica habilidad de esperar para ver los resultados y es ahí en donde la organización debe poner en marcha toda su maquinara, para mostrar los beneficios de lograr el objetivo propuesto y a su vez mostrar las consecuencias de que este objetivo no se logre sin que esto parezca una amenaza para el colaborador y por el contrario lo impulse a fortalecer su trabajo.

Más puntos podrían ser tomados en cuenta para lograr la convivencia adecuada y la supervivencia de ambos individuos, pero si se logran estos 3 la tarea estará hecha en un 50%, el reto para las organizaciones actuales está en motivar una generación de actores convivenciales que no buscan una estabilidad en su entorno y que por el contrario parecen nómadas buscando un sumar beneficios a sus prospectos de “trabajo ideal”.