Emprender una actividad económica no solo requiere de visión y esfuerzo, sino también de un riguroso cumplimiento legal que garantice la operación sin riesgos ni sanciones administrativas.
En este proceso, es fundamental entender y satisfacer requisitos esenciales para evitar consecuencias graves que podrían poner en peligro la continuidad del establecimiento comercial.
Con la entrada en vigor del Código Nacional de Policía, se ha destacado la importancia de cumplir con ciertos requisitos clave al llevar a cabo cualquier actividad comercial.
Estos requisitos abarcan desde mantener actualizada la matrícula mercantil ante la Cámara de Comercio correspondiente hasta el estricto cumplimiento de horarios de operación y parámetros de intensidad auditiva.
Además, se establece la obligación de informar a la autoridad policial sobre la apertura del establecimiento comercial.
Un punto crucial en este proceso es la autorización del uso del suelo, la cual se obtiene a través de la licencia de construcción. Esta licencia, otorgada según las disposiciones del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) de cada municipio, es esencial para propietarios, usufructuarios, poseedores o fideicomitentes de los inmuebles.
Es imperativo destacar que incluso si el comerciante propietario no reúne estas calidades, sigue siendo su responsabilidad garantizar que su actividad comercial cumpla con las normativas sobre usos del suelo y con lo autorizado en la licencia de construcción.
Cualquier cambio en la actividad económica debe ser precedido por un concepto favorable de uso del suelo emitido por la Oficina de Planeación distrital o municipal.
Recientemente, la Superintendencia de Sociedades ha subrayado la importancia de este proceso, especialmente al realizar modificaciones hacia actividades de alto impacto, como la venta y consumo de bebidas alcohólicas o servicios sexuales.
En estos casos, la presentación de la certificación de uso del suelo es crucial para la inscripción de dichos cambios en el Registro Mercantil.
La inscripción en la Cámara de Comercio es un paso clave para formalizar la actividad económica y obtener la licencia para triunfar en el mundo empresarial.
Sin embargo, este proceso va más allá de una formalidad, ya que implica el compromiso de cumplir con la normativa vigente y adaptarse a las regulaciones cambiantes. No solo se trata de evitar sanciones, sino de construir un negocio sólido y sostenible en el tiempo.
En conclusión, la «Licencia para Triunfar» no solo implica el reconocimiento de una entidad oficial, sino también el compromiso continuo de emprendedores y establecimientos comerciales de operar de manera ética, legal y sostenible. Es este compromiso el que realmente allana el camino hacia el éxito empresarial a largo plazo.